El Construction Management, conocido como Gestión de la Construcción, es un servicio profesional que emplea procesos, técnicas y herramientas de la Dirección de Proyectos para administrar la planificación, diseño y ejecución de un proyecto de construcción desde su inicio hasta su finalización.

El objetivo principal del Construction Management (CM) es controlar tres aspectos clave en un proyecto: el plazo, el costo y el alcance.

En todos los casos, el CM actúa como el asesor de confianza del Propietario-Promotor del Proyecto, trabajando incansablemente para lograr su finalización exitosa.

Es importante destacar que el servicio de CM se reserva generalmente para proyectos de gran envergadura, con presupuestos significativos y plazos de ejecución prolongados.

En un proyecto de construcción, se pueden identificar tres partes esenciales en juego:

El Propietario-Promotor: Esta entidad toma decisiones, impulsa, programa y financia las obras del proyecto.

El Proyectista – Dirección de obra: Normalmente, este rol recae en un único agente que desarrolla el proyecto y supervisa la ejecución de la obra en términos técnicos, estéticos, urbanísticos y medioambientales.

El Constructor: Este agente se compromete contractualmente a ejecutar las obras bajo la supervisión del promotor.

Cada una de estas partes tiene roles y responsabilidades muy distintos, y, en la mayoría de los casos, pertenecen a organizaciones diferentes.

El trabajo del CM consiste en coordinar eficazmente a estas tres partes para garantizar que la inversión se ejecute en el plazo acordado, dentro del presupuesto estipulado y cumpla con los estándares de calidad y alcance requeridos, alineados con la estrategia y los objetivos del Propietario-Promotor.

Es fundamental comprender que la ejecución de un proyecto de construcción es solo una parte de un proceso más amplio y forma parte del desarrollo de la estrategia de una organización, ya sea pública o privada, que persigue objetivos superiores a la propia construcción de la obra.

Esta distinción es crucial, ya que ninguno de los agentes involucrados, ni el Proyectista, ni la Dirección de Obra, ni el Contratista, tienen compromisos más allá de la ejecución de la obra. Solo el Propietario-Promotor.

Por lo tanto, el CM debe poseer una visión integral del ciclo de vida completo del Proyecto, que abarca desde la construcción hasta la fase de explotación de la inversión. Esto requiere una sólida formación técnica en el sector de la construcción y experiencia en la ejecución de obras, preferiblemente como contratista ejecutor de proyectos. Además, debe ser un experto en la Gestión de Proyectos, con una formación adecuada y experiencia en la aplicación de estos conocimientos en proyectos de construcción.